Señora Martha Soto.

Unidad Investigativa periódico EL TIEMPO

SOLICITUD DE RETRACTACIÓN Y RECTIFICACIÓN  

Columna con fecha 7 de junio 2020 – Versión digital, versión escrita. 

Señora “investigadora” Soto: 

Además de expresar mi total rechazo por este artículo que adolece de rigor periodístico y que es deliberadamente malintencionado, mentiroso y temerario, deseo cuestionar las motivaciones del mismo, ya que no solo existe un claro conflicto de intereses, sino que se pretende dolosamente intimidarme, descalificarme y deslegitimarme. 

Es claro que por cuenta de la insistencia del ex presidente Uribe al mencionarme como una de las fuentes que motivaron la carta que envió junto con el ex presidente Pastrana en agosto del 2017, muchos desean conocer detalles de la supuesta reunión que se celebró en el apartamento del entonces presidente Juan Manuel Santos y que presuntamente implicó que Odebrecht y Corficolombiana, mediante un soborno disfrazado de aporte, financiaran la segunda vuelta para asegurar que el contrato de la ruta del sol pudiera continuar su curso sin contratiempos. 

Existe un evidente conflicto de intereses del medio en el que se hizo la publicación del pasado 7 de junio, no solo por el enfoque sesgado del artículo, sino por su relación orgánica con el grupo Aval, que no sólo es propietario de EL TIEMPO, sino también, a través de Corficolombiana, fue socio de Odebrecht como parte del concesionario de la Ruta del Sol II, razón por la que hoy enfrenta diferentes procesos judiciales. 

Después de las declaraciones de los expresidentes Pastrana y Uribe, usted y sus investigadores trataron de presentarme como la única fuente de la información contenida en la carta enviada por los expresidentes el 18 agosto de 2017, pero además como testigo o cómplice de Odebrecht ante la posibilidad de que yo “haga parte de los acuerdos con el departamento de justicia de Estados Unidos y con Brasil.”.

Solamente quienes desean perversamente poner en riesgo mi vida o afectar dolosamente mi honorabilidad y mi desarrollo profesional, pueden afirmar con evidente MALA INTENCIÓN y sin razón lógica, ni fundamento legal, ni sustento fáctico: “Es más, investigadores dijeron que es posible que Plata haga parte de los acuerdos con el departamento de justicia de Estados Unidos y con Brasil”.

En cuanto al calificativo de lobista, quiero hacerle unas precisiones. Respeto mucho la actividad del lobbying, pero desde hace muchos años entendí que no tengo la disposición ni las habilidades que se requieren para ser un buen “lobista”. Soy poco o nada sociable, frecuento ocasionalmente restaurantes, no voy a cocteles, no pretendo congraciarme con periodistas, ni con políticos y solo visito oficinas de gobierno cuando soy requerido. En otras palabras, no soy un buen relacionista. Desearía ser más empático, mejor promotor o tener capacidad de cabildeo, pero se me dificulta porque no tengo la sagacidad ni la perspicacia para influir ante la administración pública o para promover un proyecto, así sea consciente de sus enormes bondades. Hace muchos años creí que era un buen promotor de proyectos que le podían hacer bien al país, pero concluí que para mí es una labor muy desgastante porque el peso muerto de los intereses creados acaba con cualquier iniciativa por creativa o disruptiva que esta sea. Aun así, hay expertos, que con merecidas credenciales, desarrollan la labor de lobbying de manera muy profesional y con enorme habilidad logran vencer diferentes obstáculos. 

Mi actividad principal durante muchos años es y seguirá siendo la propiedad intelectual, tanto en lo relacionado con el fomento de la innovación, la creación y la transferencia tecnológica, como la generación de CONCIENCIA CRÍTICA con protocolos propios de arquitectura transmedial, dentro del marco de la inteligencia contextual y la optimización emocional. Es precisamente la conciencia crítica la que nos evita los sesgos cognitivos y las falsas percepciones, nos da rigor metodológico, rigor conceptual, nos evita tergiversar los hechos, nos evita desinformar o ser desinformados, y por sobre todo, nos permite honrar la verdad siendo LEALES en la contradicción.

En cuanto a la afirmación de “testigo clave” le quiero manifestar que no soy testigo clave de la supuesta o real reunión que se celebró o pudo haberse celebrado en el apartamento del entonces presidente Santos y en la que presuntamente se encontraban varios miembros de su equipo de campaña con un alto funcionario de Odebrecht. Si no soy testigo clave por no haber participado en la misma, menos puedo ser cómplice de quienes supuestamente sí participaron de aquel encuentro en el que presuntamente se pactó un pago disfrazado de aporte a la campaña del presidente Santos, en busca de algún tipo de reciprocidad a favor del consorcio constructor de la Ruta del Sol, lo que no sólo hubiera significado una operación oculta para violar topes,  sino un “soborno”  para que la relación entre el gobierno y las empresas del consorcio fluyeran sin contratiempos en lo relacionado con el controvertido contrato de la Ruta del Sol. Esto solo se sabrá el día en el que se confirme, y no propiamente por mí, la realización de la reunión en el apartamento del ex presidente Santos. 

Con relación a la mención que usted hace sobre mi vinculación con el fútbol, tengo más de 30 años decantando una herramienta pedagógica y con un grupo interdisciplinario avanzamos en la construcción de una multiplataforma denominada Competidor Integral. En lo que tiene que ver con el Dr. Serpa, mantengo con él una relación cordial y mi aporte económico a sus dos campañas presidenciales fue mínimo. Tampoco tuve la cercanía a la Alcaldía del Dr. Samuel Moreno como algunos lo pregonan, porque de haber sido así, Bogotá se hubiera convertido en un MEGALABORATORIO de valor agregado, que es un proyecto en el que llevo infructuosamente trabajando durante varios años .

En cuanto a su afirmación sobre “dicen” que el abogado santandereano es el eslabón perdido en el escándalo de pagos por debajo de la mesa “a” empresas colombianas y extranjeras que aún no han sido tocadas, me pregunto: ¿Pagos “a” empresas colombianas para que Odebrecht fuera beneficiada con algún contrato? ¿Pagos “a” empresas colombianas o extranjeras para que me beneficiaran a mí con un contrato?. Además de insólito, es ridículo pensar que yo le haya pagado a una empresa colombiana o extranjera para que me beneficiaran con un contrato cuando mis posturas y mi rechazo frente a cualquier falta de ética profesional, están plasmadas en diferentes documentos que reposan en la Fiscalía General de la Nación. 

Para que no haya dudas, es fácil verificar mi posición y mi opinión sobre el Sr. Luiz Bueno desde hace diez años cuando era director de Odebrecht, porque la misma quedó claramente registrada en una comunicación fechada el 22 de septiembre de 2010 y radicada el día 23 del mismo mes con el consecutivo 31517. Fui muy concreto al manifestar lo siguiente: 

…..“De la manera más respetuosa pero a la vez enfática y categórica deseo expresarle que no estoy interesado en participar en proyectos, prospectos o desarrollos que lo vinculen a usted como director de la organización Odebrecht en Colombia.

No hay razón para sentirme parte activa de los proyectos que usted pretende liderar en Colombia ni hay explicación ni justificación alguna para que alguien abusiva e irresponsablemente pueda, siquiera insinuar, que yo esté representando a la organización Odebrecht.

No tengo interés en hacer parte de los proyectos que usted está promoviendo, como tampoco tengo interés en que mi nombre sea ligado o relacionado con sus logros empresariales.

Soy una persona muy ocupada para polemizar sobre especulaciones temerarias e insidiosas, o sobre cualquier tipo de afirmación mentirosa y claramente malintencionada…” Atte, Carlos Alberto Plata Gómez

En cuanto al delincuente confeso Federico Gaviria, lo conocí en el año 2007 y me lo presentaron como ex funcionario de la organización Sarmiento (ex vicepresidente del fondo de pensiones porvenir), como banquero de inversión y como estructurador de proyectos. Resultó ser un farsante, adicto a la mentira y un estafador profesional que utilizaba toda clase de argucias para apropiarse de información y para sabotear los proyectos como un típico bombero pirómano. La fiscalía 91 especializada archivó el proceso según el código único de investigación 110016000101201800176. Las afirmaciones del individuo Gaviria, que SON POSTERIORES al envío de la carta por parte de los expresidentes, además de falaces y contradictorias, son un insulto a la inteligencia. Con un simple ejercicio de verificación sobre el metro de México usted hubiera podido concluir cual fue la empresa que lo construyó y en lo relacionado con la firma China Railway, quiénes son sus socios y quiénes son sus representantes. De igual manera fue y es muy fácil desvirtuar la demencial afirmación del individuo Gaviria relacionada con las supuestas gestiones mías para adquirir inmuebles que tendrían una enorme valorización al estar localizados en áreas que coincidían con el presunto diseño de un metro cuyo trazado se desconocía en ese momento.

Sobre los estudios del metro y extrañamente tres meses después del mes de agosto de 2017, que fue cuando los expresidentes enviaron la carta, el delincuente confeso Gaviria, ya detenido, decidió teorizar en contra de lo afirmado por el mismo Banco Mundial con especulaciones técnicas de gran “conocedor” sobre las enormes ventajas del metro elevado, demeritando el metro subterráneo con afirmaciones mendaces y plagadas de incongruencias, al pretender vincularme con firmas chinas, españolas e inglesas con las que nunca he interactuado en mi vida, manifestando que estaban involucradas con Odebrecht en la misión de asegurar que el metro fuera subterráneo. Además, el 01-04 de 2011, el gerente de desarrollo sostenible del Banco Mundial (BM) para Colombia, David Sislen, afirmó sobre los estudios que descalificó Gaviria, lo siguiente: “La opinión institucional del Banco Mundial, después de haber participado en el proceso, es que el trabajo de Sener, que define un trazado y una serie de estudios adicionales, es un trabajo muy bien hecho.”. El alto funcionario del Banco Mundial en declaraciones al director de noticias de la W Radio en abril del año 2011 , manifestó que “los estudios del metro para Bogotá realizados por el consorcio Sener están muy bien hechos.”. 

Con relación al proyecto Hidromiel1 nadie puede afirmar que yo haya podido incidir en esa adjudicación o realizar una sola gestión frente a cualquier funcionario que hubiera intervenido en una decisión que se tomó hace más de veinte años. Hoy está de moda desmarcarse de Odebrecht, pero sería injusto dejar de reconocer la importancia para el país del proyecto Hidromiel1.

Usted afirma que “sobre el metro de Bogotá, en su momento se habló de reuniones entre los ya procesados Álvaro Dávila y Emilio Tapia con Plata”, pero le quiero resaltar que nunca estuve reunido con ellos dos para hablar del metro de Bogotá. 

Si los datos míos aparecen en una matriz de colaboración, nunca me he negado a atender cualquier requerimiento de la justicia y, por el contrario, yo mismo he tomado la iniciativa de ser oído cuando se trata de una investigación seria y formal. Prueba de ello es el radicado número DEN09-00009910 del día lunes 21 de diciembre de 2009, correspondiente a la respuesta dada por la oficina del programa presidencial de modernización, eficiencia, transparencia y lucha contra la corrupción en la que me manifiestan que por instrucciones de la dirección de ese programa presidencial agradecen y valoran la colaboración de ciudadanos que como yo “buscan hacer de la administración pública una actividad transparente, eficiente y de cara a la comunidad”. En la misma fiscalía reposan diversos documentos aportados por mí que ilustran y sustentan mis posiciones que siempre se han fundamentado en pruebas irrefutables y no en especulaciones, ni en rumores, ni en conjeturas.

Es inconcebible que al individuo Federico Gaviria se le pueda dar el más mínimo crédito cuando no solo personifica la mentira y el fraude procesal en sus formas más sórdidas, sino que reiteradamente engaña a la justicia y se aprovecha de prerrogativas y beneficios que se le han otorgado. Usted, en su artículo, deliberadamente ignoró señalar que el individuo Gaviria no es un testigo idóneo , porque la misma CORTE SUPREMA DE JUSTICIA ha manifestado a través de uno de sus fallos, dando la razón a la defensa del señor Plinio Olano, que el testimonio de Federico Gaviria está “plagado de inconsistencias, conjeturas y suposiciones” y que la prueba obtenida a lo largo de la actuación lo descalifican como TESTIGO IDÓNEO. De igual manera, usted ignoró el ARCHIVO de la investigación según el CUI (Codigo Único de Investigación) 110016000101201800176, que precisamente se formalizó por las mentiras del delincuente confeso Federico Gaviria.  

En cuanto a su afirmación sobre el señor Daniel García Arizabaleta, nunca he tenido ningún tipo de relación con él y menos en temas que tengan que ver con asuntos de contratación. Sobre el señor Eduardo Zambrano, hace muchos años no lo veo, pero sí tuve algunas experiencias de ingrata recordación con el proyecto denominado Comuneros, en el que debí soportar toda clase de sabotajes y de presiones indebidas que terminaron inviabilizando el proyecto. Estaré pendiente para refutarlo ante autoridad competente frente a cualquier aseveración que pueda realizar en mi contra. 

En lo relacionado con los ex presidentes Uribe y Pastrana y sobre lo que usted y los investigadores consultados afirman que: “Es posible que Plata haga parte de los acuerdos con el departamento de justicia de Estados Unidos y con Brasil pero no en Colombia.”, una vez más la afirmación infame, deshonrosa y temeraria se convierte en la impronta de su artículo. Una simple verificación en la Oficina de Emigración en Bogotá le permitiría constatar que no he visitado Brasil desde hace más de 25 años. Además, nunca he pisado en mi vida la oficina de un fiscal de distrito en cualquier lugar de los Estados Unidos. No contenta con la anterior aseveración, usted asegura que la información que “EL TIEMPO indagaba”, “encajó con las declaraciones que los expresidentes Uribe y Pastrana dieron esta semana, en las que señalan que Plata fue la fuente de las denuncias que hicieron en agosto del 2017 sobre presuntos giros ocultos de la Brasilera que habrían terminado en la campaña de reelección de Juan Manuel Santos.”. Usted y la unidad investigativa que utiliza como trinchera, deliberadamente ignoraron lo manifestado por el ex presidente Uribe a la periodista Vicky Dávila.

Vicky Dávila le expresa al ex presidente Uribe: “Le quiero preguntar por Néstor Humberto Martínez. ¿Usted confía plenamente en lo que hizo Néstor Humberto Martínez?”

El ex presidente Uribe le responde: “A ver, Vicky, yo quiero contestarle a usted desde mi intimidad. Yo no tengo elementos para desconfiar del doctor Néstor Humberto Martínez, lo que me preocupa es, por ejemplo, que en la comisión de acusación de la Cámara de Representantes nada de esto ha querido avanzar y solamente a lo que dijo el ex presidente Pastrana le sumaría esto: en la reunión donde yo estuve, no estaba solamente el señor Carlos Alberto Plata sino otro señor que lo conocimos como investigador independiente que hacia trabajos con la CIA y con la otra agencia de inteligencia de los Estados Unidos y con las autoridades de Brasil”. 

Esto significa que yo no fui la única fuente de las preguntas hechas en la carta enviada por los expresidentes y no lo digo para desestimar lo expresado por mí en la reunión con ellos ni para hacer referencia a otra u otras personas que pudieran haber estado presentes ese día, sino para contextualizar el origen y lo manifestado por mí. Meses antes de la reunión a la que hacen alusión los expresidentes, yo había tenido encuentros ocasionales con el doctor Jenaro Murgueitio, quien inicialmente deseó conocer mi opinión sobre un inversionista que le iba a facilitar unos recursos a través de unos bonos para tratar de solucionar unos inconvenientes que tenía con un proyecto fallido de una clínica. Además de ser un médico internista, era una persona muy inquieta con el tema de las patentes y muy sensible con todo lo que afectaba la realidad política del país. Le comenté mis experiencias con el trámite de algunas patentes y con dos proyectos fallidos relacionados con carbón y crudo en los que yo había tenido interacción con Odebrecht y con Pacific Rubiales. En una de las conversaciones me manifestó que uno de sus pacientes había comprado acciones de Pacific Rubiales y estaba muy enojado por las pérdidas que había sufrido y por haberse enterado de que Pacific Rubiales se había gastado la plata financiando la segunda vuelta de la campaña de Juan Manuel Santos. Además, que un familiar muy cercano al mismo paciente trabajaba en Corficolombiana y tenía información sobre la financiación de Corficolombiana y Odebrecht a la campaña de Juan Manuel Santos en la misma segunda vuelta. Pasaron más o menos dos meses desde el último encuentro y me entregó una información muy concreta sobre algunos pagos que habían sido supuestamente realizados a diferentes empresas por parte de la concesionaria de la Ruta del Sol II para financiar la segunda vuelta de la campaña de Juan Manuel Santos y de supuestos aportes de Pacific Rubiales que estaban sustentados en el cruce de unos e-mails entre dos funcionarios de la petrolera y que también se relacionaban con la financiación de la segunda vuelta presidencial. De igual manera, me habló de una reunión sostenida después de la primera vuelta en el apartamento del ex presidente Juan Manuel Santos entre un alto funcionario de Odebrecht, el ex presidente y miembros de su equipo de campaña. Comentó de reuniones en ese mismo apartamento entre uno de los hijos del presidente Santos y funcionarios de Pacific Rubiales para la financiación de la primera y la segunda vuelta.

Me dijo, además, que en pocas semanas recibiría una copia de e-mails y mensajes de texto de comunicaciones muy comprometedoras entre el señor Martorelli (a quien yo nunca he visto en mi vida), el señor Luis Carlos Sarmiento Gutierrez y el señor José Elias Melo. Lo que pude extractar en ese momento de la información recibida del Dr. Murgueitio lo compartí el día de la reunión de la que hablan los expresidentes, no cité la fuente y me limité a realizar algunas referencias a nombres de empresas y cifras. A propósito de fuentes y de contrastar la información, no hay que olvidar que el presidente Pastrana es un hombre que accede a diferentes fuentes y los detalles y la temática de la carta que los expresidentes enviaron, debió responder a un riguroso proceso de verificación en el que yo no intervine. Volví a hablar con el Dr. Murgueitio en octubre de 2017 y me manifestó con cierta molestia que la información que me había suministrado yo no la había entregado completa porque en la carta que enviaron los ex presidentes no había referencia a Pacific Rubiales ni a las reuniones celebradas en el apartamento del presidente Santos en donde según él o su fuente, se habían realizado “sobornos disfrazados de aportes” y que por esa razón la carta no había producido ningún efecto. Hacia el mes de marzo de 2018, volvimos hablar y me dijo que era necesario enviar una segunda comunicación pero que deseaba que la firmara sólo el ex presidente Pastrana porque iba a recibir más información sobre “manejos” oscuros de los miembros de la junta directiva de Pacific Rubiales con cuentas y pagos en Panama en el año 2013 y 2014 y sobre Corficolombiana por la Concesión vial Pacífico 1 y la manipulación de los pliegos de condiciones el día anterior a la adjudicación.  Además, que finalmente sí le iban a entregar los “comprometedores” mensajes entre el señor José Elias Melo, Luis Carlos Sarmiento Gutiérrez y Eleuberto Martolleri y que la persona que él denominaba “el paciente” y que era su fuente principal, le había confirmado los nombres de quienes estuvieron presentes en el apartamento del entonces presidente Santos el día lunes 26 de mayo de 2014 a la una de la tarde. Sacó de su bolsillo un papel arrugado y lo leyó. Me lo facilitó por unos minutos y me pidió que tomara nota. En el apartamento del ex Presidente Santos, según el Dr. Murgueitio o su fuente, se acordó un aporte de cuatro mil millones de pesos, que realmente era, según él, “un soborno disfrazado de aporte”. La reunión del 26 de mayo de 2014 inició a la una de la tarde, duró veinticinco minutos y en la misma se trató primero el tema de la Ruta del Sol, el avance que había tenido durante dos meses después de firmarse el acta de inicio de obra, el aval fiscal que se daría en los siguientes días con la aprobación del Confis y la necesidad de contar en los próximos meses con un documento Conpes para destacar la importancia de la conectividad de Norte de Santander y Venezuela con la Ruta del Sol y el río Magdalena. Además de necesitarse el impulso del gobierno con la aprobación del Confis y del documento Conpes, sería necesario realizar unos ajustes a la ley de presupuesto y tener un acercamiento con los partidos y con las cabezas de las bancadas. Pasaron diez minutos y, según el Dr. Murgueitio, el monto de cuatro mil millones correspondiente al aporte fue anunciado por Nestor Humberto Martinez con el asentimiento del presidente candidato y se acordó que dicho aporte se tramitaría a través de alguien de confianza de los partidos y esa labor fue delegada en ese momento al gerente financiero, quien estaba presente. Asistieron a la reunión celebrada en la sala del apartamento, además del ex presidente Santos, quien se encontraba recostado en un sillón reclinable, los señores Orlando Sardi, gerente financiero de la campaña, sentado en un sofá, quien parecía estar nervioso y en dos oportunidades se levantó del sofá como observando hacia las habitaciones de arriba; German Vargas, fórmula vicepresidencial, sentado en un asiento blando estilo puf; Néstor Humberto Martinez, en representación de Luis Carlos Sarmiento Angulo, sentado en una silla; y Eleuberto Martorelli, en representación de Odebrecht, en otra silla mirando hacia la salida del apartamento. 

Le devolví el papel al Dr. Murgueitio y nos despedimos. Me dijo que en cualquier momento se comunicaría conmigo para entregarme documentación completa y detallada que, según él, debía ser la base de la segunda comunicación. Fue la última vez que vi al Dr. Murgueitio, porque tres meses después falleció de un infarto.

A partir de octubre de 2017, o sea, pasados dos meses desde el envío de la carta por parte de los ex presidentes, empezaron a ocurrir hechos muy extraños, como por ejemplo, el Tweet del señor Gustavo Rugeles en el que afirmaba tres falsedades: Primero, que yo había sido el primer representante de Odebrecht en Colombia; segundo, que yo había financiado el libro de Joseph Contreras en contra del ex presidente Uribe; y que yo me estaba acercando al Centro Democrático. En cuanto al señalamiento absurdo sobre la supuesta financiación del libro de Joseph Contreras en contra del ex presidente Uribe, esa misma versión la había oído yo de boca del individuo Federico Gaviria nueve años atrás, quien me aseguraba que el General Mario Montoya me consideraba enemigo del Gobierno y el financiador de medios de comunicación y de publicaciones en contra del presidente Uribe. Por esos días (julio – agosto 2008), también Eduardo Zambrano me había manifestado que yo tenía un veto en el gobierno del presidente Uribe porque Fabio Echeverry Correa me responsabilizaba no sólo de la financiación del libro de Joseph Contreras sino de estar detrás de una empresa, que yo nunca conocí, llamada Llanos Oil Exploration, que había denunciado a los miembros de la junta directiva de Ecopetrol. Tres MESES después de enviada la carta por parte de los ex presidentes Uribe y Pastrana, el delincuente confeso y condenado, Federico Gaviria, estando ya detenido, resultó dando versiones mentirosas, absurdas y contradictorias en mi contra, que no solamente son una ofensa a la inteligencia sino fácilmente desvirtuables, como ya lo hice ante la misma fiscalía, que archivó hace meses dicha investigación. 

Con relación al remate de su malintencionada “investigación”, usted afirma que “Las audiencias contra Esteban Moreno y Javier Torres (que salpica a un político de la costa), se han aplazado por cuenta de la defensa y del cambio de fiscal. Pero Plata, quien aparece con firmas en Panamá aún no ha sido tocado”. Le quiero decir que lo que usted llama “firmas en Panamá” fueron constituidas para el desarrollo del conocimiento científico y tecnológico y para generar valor agregado, prueba de ello es que la Secretaría de Comercio de los Estados Unidos otorgó tres patentes a una de esas firmas.

Desde el envío de la carta por parte de los ex presidentes, o sea hace casi tres años, me han tratado de intimidar de muchas maneras, me han amenazado con periodistas y con investigaciones periodísticas, me han anunciado nuevos procesos judiciales y me han intentado extorsionar con historias absurdas y contraevidentes, en las que han pretendido utilizar toda clase de artimañas. Me han anunciado vetos en el sistema financiero para los proyectos de innovación en los que yo haga parte y procesos con testigos y con declaraciones traídas de Brasil de personas que hace 10 años yo confronté y descalifiqué. 

Su artículo, señora Soto, y el de la unidad investigativa que usted utiliza como parapeto, va mucho más allá de lo que sería una injuria o una calumnia, porque no solamente hay un conflicto de intereses, sino que se está utilizando una forma burda y repugnante de intimidación, colocando no solo en riesgo mi vida, sino afectando mi integridad moral y mi desarrollo profesional.

Atentamente, 

Carlos Alberto Plata Gómez

Copia

Señor Fiscal General de la Nación: Dr. Francisco Barbosa

Señor Procurador General: Dr. Fernando Carrillo Flórez

Señor presidente de la junta directiva EL TIEMPO: Ing. Luis Carlos Sarmiento Angulo.

Señor director periódico EL TIEMPO: Sr. Roberto Pombo

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