Bogotá_Hace seis años LR dedicó varias de sus páginas a abordar un tema que ha pasado desapercibido por el Estado como es el de la patentes y todo lo que ellas significan; ciencia, innovación, consumo y del talento humano.
‘Patentar o morir’ fue lo que dijo en ese momento el empresario y abogado titular junto con un grupo interdisciplinario de investigadores de varias patentes internacionales, Carlos Alberto Plata, quien en diálogo con este diario resaltó que el principal problema del Estado, que se ha movido bajo los dictámenes de los gobiernos de turno, es que no ha sabido gerenciar el talento humano y esa problemática ha incidido en bajos registros de patentes, falta de organización productiva y escasa participación en la agenda global, continental y regional.
Para el investigador, en Colombia existe un recurso humano calificado pero aún no se conocen cuáles son las verdaderas fortalezas del país, lo que ha impedido que el “organismo” funcione, por eso reflexiona sobre la necesidad de crear un ‘chasis institucional’ que permita que se creen patentes colombianas que incidan en el mundo.
Hace seis años usted hablaba de patentar o morir, ¿cómo analiza esa frase ahora que Andrés Oppenheimer lanzó el libro ‘Crear o morir?
Considero que el trabajo que hizo Andrés Oppenheimer es muy serio, muy bien documentado, y creería yo que en gran parte de sus afirmaciones coincidimos. El tema de las patentes se tiene que mirar desde el punto cualitativo y el cuantitativo. Si estamos hablando en número de patentes, necesariamente asociamos esa consideración con una política de gestión y gerencia del talento humano, si hablamos de calidad, nos referimos a la capacidad de incidir en la agenda regional, continental o global. Lo deseable es tener un número importante de patentes, pero también patentes de alta calidad. Eso permitiría reducir esa brecha, porque los números son alarmantes frente a lo que patentan países con mayores niveles de desarrollo. Nosotros hemos hecho una evaluación sobre la relación que hay entre la gerencia del talento humano, con el desarrollo de la ciudadanía en términos de lo que significa incidir en las diferentes agendas. Desafortunadamente nosotros medimos la eficiencia del Estado por su capacidad sancionatoria pero sin descuidar ese aspecto, considero que la eficiencia del estado va de la mano con su ‘chasis institucional’. Aquí confundimos el chasis con el motor y la carrocería, entonces, las políticas de gobierno, que terminan siendo políticas de estado, están limitadas al número de años de cada gobierno. Y ahí se desconoce lo que es un chasis institucional. Tenemos enormes disfuncionalidades, creo que hay un enorme talento, pero hay falta de gerencia.
¿Cómo se gerencia el talento humano?
Hay que pensar en crédito y es muy difícil acceder a él, no solamente para el trámite de una patente sino en todo lo que hay detrás en términos de investigación, infraestructura y logística. En Colombia no hay suficientes laboratorios. No tenemos la posibilidad de acompañar debidamente esa creatividad, entonces, cuando Oppenheimer habla de ‘Crear o morir’, esa creatividad no puede ser exclusiva de una profesión determinada. No podemos olvidar que hoy hay una evaluación multidimensional de los fenómenos, y en esa caben muchas profesiones. Necesitamos crédito, necesitamos laboratorios y una política robusta de demanda pública. Que lo que se produzca en Colombia, respondiendo a altos estándares de calidad, se consuma aquí.
¿Cómo aprovechar el trópico y las materias primas para generar patentes?
Colombia es un país muy rico en términos de biodiversidad. El trópico, que ha sido nuestra fortaleza, históricamente se ha considerado como improvisación, indisciplina y falta de rigor. Colombia registró 38 patentes en 2015, un número modesto frente a otros países.
¿En qué se ha fallado?
Hemos fallado en entender la importancia que es trabajar en la cultura de la aceptación del error, entender la importancia de lo que significa la tolerancia con el fracaso. El reconocimiento del error es una actitud congruente que significa dar un paso importante para lograr un objetivo.
¿El Estado debe dar beneficios para impulsar la inversión en innovación?
No solo a las empresas, sino a los particulares. Debe haber líneas de crédito blandas. La banca es un servicio público y como tal debería dimensionar lo que significa la gerencia del talento humano. Somos un país donde hay iniciativa, pero se ve frustrada porque no hay crédito. El tema no es pagar el costo de una patente sino acompañar el proceso de la idea.
¿La falta de gerencia de talento deriva en que no hay valor agregado en la producción?
Sí. Hay que mirar el registro de patentes, y nuestra capacidad de generar hábitos y costumbres. Somos consumidores pero no hemos logrado reconvertir lo que consumimos en algo novedoso. La importancia no es solo de crear sino de tener una política de talento humano. Se habla de posconflicto pero para él necesitamos tener un ‘chasis institucional’ e incidir en la agenda global.
Las universidades tienen un rol clave en la formación
Para Plata, el rol de las universidades es clave en la gestión del talento humano y en el desarrollo de la innovación en el país. Según él, estas instituciones son las que garantizarán que el recurso humano tenga la capacidad de crear valor agregado y que haya una lectura diferente sobre cómo se busca impactar la agenda regional, global y continental. “Ese recurso va a definir los derroteros para que nos insertemos en esa agenda, el talento humano va a tener una mentalidad diferente sobre lo que significa gerenciar el recurso y no podemos limitarnos a ciertas profesiones”, dijo.
La opinión
Luis Ángel Madrid
Abogado e Investigador de la Universidad Sergio Arboleda
“Colombia tiene una de las tasas de patentamiento más bajas en la región y esto se debe a que hay un problema entre la relación del Estado con la empresa privada”.