En los últimos sesenta años se han patentado inventos como la fotografía instantánea, el anticonceptivo oral, los cierres velcro, el cinturón de seguridad, el microchip, el marcapasos de implante, el corazón artificial, internet, la identificación genética (ADN),y los teléfonos celulares entre muchos más.
Todas estas innovaciones han sido muy publicitadas pero pocas personas saben que es el ECD (Electron Capture Detector) mediante el cual el profesor James Lovelock logró demostrar que los gases que polucionan la atmosfera se esparcen por todo el planeta en lugar de concentrarse en el área inicialmente impactada. Ejemplos como el ECD pueden repetirse con desarrollos en los cuales haya intervenido un latino, pero los nombres de Latinoamericanos solo aparecen excepcionalmente en tres o cuatro de cientos o miles de innovaciones y muchos de ellos participan discretamente en investigaciones utilizando recursos propios o medios y logística facilitada por Universidades Extranjeras o por multinacionales.
Un caso muy típico es el del ingeniero colombiano Jorge Reynolds quien siendo inspirador del marcapasos, nunca contó con laboratorios apropiados para mejorar el dispositivo.
Fue Wilson Greatbatch con el apoyo de la Universidad de Cornell en donde estudiaba para obtener la licenciatura en ingeniería eléctrica, patentó el 22 de Julio de 1960 el marcapasos de implante con el número de patente US3057356.
El caso del profesor Reynolds, quien goza de amplio reconocimiento internacional, se puede repetir con muchos colombianos que no han contado con financiación, ni con un laboratorio, ni con acompañamiento legal, ni con asesoría para evaluar y conocer mercados.
A raíz de la propuesta de un grupo de empresarios de impulsar un mega-laboratorio de patentes para generar, administrar y gerenciar el conocimiento y el talento colombiano, presentamos la opinión de investigadores y desarrolladores con experiencias fallidas y exitosas en materia de patentes, en un país que como el nuestro, tiene uno de los más bajos coeficientes de invención del hemisferio.
Todos coinciden en que no hemos sabido gerenciar el talento colombiano y en la importancia del mega-laboratorio por considerarlo un proyecto realista, realizable y concreto, pero además proponen vincular al mega-laboratorio a las multinacionales que explotan recursos naturales no renovables para que se desarrollen tecnologías con talento colombiano y así mitigar y evitar el enorme deterioro y degradación ambiental producida por la explotación, en no pocos casos, anti técnica e irracional de los recursos naturales no renovables. Es claro para los entrevistados que si las multinacionales se concientizan ecológicamente, no se hubieran producido eventos tan lamentables como el del Golfo de México.
El mega laboratorio: una propuesta real
Jorge Reynolds Pombo, Ingeniero Electrónico del Trinity College, Cambridge, Reino
Unido es un miembro de 41 sociedades científicas en Colombia y el exterior.
¿Qué opina del rol de Colciencias en el pasado y ahora?
Colciencias es una frustración muy grande y una entidad totalmente burocrática, sin una visión realista del potencial de Colombia. No hemos sabido aprovechar nuestra biodiversidad, nuestros páramos, nuestros mares, nuestra flora, ni nuestra fauna.
¿Qué opinión tiene del mega-laboratorio que ha propuesto un grupo de empresarios? Estoy de acuerdo cuando dicen que no hemos sabido gerenciar el talento colombiano.
Creo que el mega-laboratorio es una propuesta realista y concreta para empezar a gerenciar el conocimiento. El futuro del país dentro de una competencia gigantesca, es duro, no es nada fácil. Hay que crear un centro de investigación de alto nivel en el cual podamos producir conocimiento, crear una nueva industria de gran importancia, patentar y abrir mercados con una promoción adecuada de estos productos, de estas innovaciones que se van a obtener.
En Colombia creo yo que existen más o menos unos 400 investigadores que han hecho diferentes desarrollos tecnológicos de primer nivel y no los conocemos. Hay que crear una serie de nuevas maneras de poder, darles valor a estos investigadores, a toda esta proyección, crear totalmente una nueva perspectiva para la ciencia, la tecnología y la industria colombiana, y además producir mucho empleo.
Y eso no se hace solamente con los creadores de tecnología sino con un equipo de gerentes, de personas con experiencia en la identificación de mercados y con conocimiento de patentes. En realidad hasta el momento son muy pocas las personas con la experiencia y la capacidad de promover exitosamente la inventiva criolla y registrar patentes que sean fruto del desarrollo tecnológico del país. El sólo hecho de aprobar una ley de ciencia y tecnología no es suficiente. Se tienen que revisar los alcances de esa ley y estructurar las condiciones para hacer posible un centro de investigación a nivel internacional.
Lo que tenemos es algo que no tiene futuro en las condiciones en que se está llevando.
La investigación no aguanta más demora
Jean-Paul Vernot es Biólogo de la Universidad Javeriana y Ph.D. en Ciencias Naturales, de Ludwing-Maximillian Universitat, Munich, Alemania, Profesor e Investigador de Ciencias Fisiológicas.
¿Cuál es su opinión sobre el mega-laboratorio de patentes?
Es una iniciativa novedosa, válida y muy oportuna, más cuando el país ha modificado la política de Ciencia y Tecnología.
Obviamente, se requiere que Colciencias, administrador del Sistema Nacional de Ciencia- Tecnología e Innovación, sea capaz de canalizar esta iniciativa sin los errores de los últimos años.
La entidad tiene que ser capaz de aumentar de manera considerable el presupuesto invertido en ciencia, dado que tiene asiento permanente en el Conpes, y que esto lo sepa aprovechar a través de unas políticas coherentes y entrelazadas.
El mega-laboratorio es una propuesta de trabajo para los próximos 20 a 30 años y un ejemplo a multiplicar en diversas áreas del conocimiento.
Permitirá aunar esfuerzos del sector empresarial con los investigadores en proyectos de gran envergadura.
¿Qué tan atrasados estamos en investigación?
El fortalecimiento de la investigación científica es un objetivo que no aguanta más demoras.
La brecha con los países desarrollados y con muchos de la región es ya enorme. Es imprescindible no solamente lograr más recursos, sino buscar y atraer a aquellos científicos que han sido formados a nivel de doctorado.
¿La falta de financiación ha obstaculizado la labor del investigador?
Mucho. Muchísimo. Es importante considerar que los recursos invertidos en ciencia, tecnología e innovación son recursos que generan desarrollo.
Invertimos menos del 0.5 por ciento del PIB de manera tradicional desde hace muchos años. La meta debe ser llegar al 1 por ciento en unos pocos años y ojala al 1.5 por ciento en 10 años. Las patentes, resultados de esta inversión, nos pondrían en mejores condiciones de negociación de tecnología con otros países y nos darían opciones en los tratados de libre comercio.
Por otra parte son una fuente importantísima de empleo y de movilidad social. Es necesario conseguir los recursos para mejorar nuestros indicadores en esta área.